Desde 2004 a través de Biolaster, aportamos el valor de la Exposición a la Hipoxia como Mejora de la Salud, la Aclimatación a la Altitud y la Mejora del Rendimiento Deportivo
El entrenamiento en altitud real y altitud simulada, así como sus repercusiones tanto a nivel fisiológico como sobre el rendimiento deportivo, tuvieron un desarrollo importante a partir de la Olimpíada de México de 1968 que se celebró a 2200 metros de altitud.
Desde entonces el uso tanto de la altitud real (con disminución de la presión atmosférica y por tanto hipobárica) como de la altitud simulada (sin cambios de la presión atmosférica y por eso se le denomina normobárica) en la mejora del rendimiento deportivo ha avanzado una enormidad, y nosotros hemos estado atentos al avance de las investigaciones realizadas en el ámbito de la hipoxia a nivel internacional y que se publicaban en revistas científicas internacionales.
Hemos estudiado y analizado los efectos de la altitud simulada sobre la fisiología humana, hemos investigado la respuesta de la saturación arterial de oxígeno y de la eritropoyetina circulante ante el estímulo hipóxico en personas sedentarias y en deportistas. También hemos comprobado la evolución de los parámetros sanguíneos en función de los diferentes tipos de estímulo hipóxico o altitud simulada.
Desde 2004 y de forma ininterrumpida estamos importando, distribuyendo y comercializando generadores de hipoxia de diferentes fabricantes y también accesorios para la realización y el control de diferentes modalidades de hipoxia. A todo ello debemos añadir que disponemos de un Servicio Técnico propio que se encarga del mantenimiento y reparación de los sistemas de altitud simulada en nuestras instalaciones.
Conocemos la Hipoxia y sus Efectos y tenemos una amplia experiencia en el uso de la Altitud Simulada y de los productos más específicos en función del objetivo y tipo de entrenamiento hipóxico a llevar a cabo. ¿Necesitas que te ayudemos?