Entrenamiento en Altitud Simulada para la Mejora de Capacidades Físicas

Desde las olimpiadas “en altura” de Mexico´68, el uso del Entrenamiento en Altitud/Altitud Simulada/Hipoxia para la mejora de las capacidades físicas ha sido una constante en el deporte de élite.

El deportista puede mejorar su Rendimiento beneficiándose del incremento de la resistencia, pre-aclimatación a la altitud, eficiencia del metabolismo energético, mejora de la recuperación, reducción de las pulsaciones en reposo, incremento de la velocidad y la potencia, elevación del umbral de lactato y el VO2max, pérdida de peso, mejora de la capilarización y perfusión.

Una capacidad de oxigenación optimizada permite tener recuperaciones más rápidas que posibilitan una densidad e intensidad de entrenamientos mayor, lo que puede ayudar a elevar el rendimiento.

Actualmente las investigaciones de fisiología deportiva siguen explorando nuevas posibilidades de aplicación de Entrenamiento en Hipoxia más allá de las tradicionales para disciplinas de resistencia aeróbica; la habilidad de realizar sprint repetidos o el entrenamiento de fuerza son un ejemplo de estas nuevas aplicaciones que abren el panorama a la eficiencia del metabolismo anaerobio y la hipertrofia.

 

El Entrenamiento en Altitud Simulada es útil tanto para el deportista que tenga que competir en altitud como para el deportista que quiera mejorar su rendimiento a nivel de mar.

 Entrenamiento en Altitud Simulada y Aclimatización en Altura

Para el alpinista aficionado o montañero ocasional de viaje al Kilimanjaro (5895m), por poner un ejemplo, la exposición a altitud simulada/hipoxia previene contra el MAM o Mal Agudo de Montaña, acorta el tiempo de Aclimatación a la extrema altitud y combinado con ejercicio (p. ej., caminata en cinta de correr con mochila con peso o simulador de escalada rotativo) mejora dicha adaptación y prepara para la actividad física en estado de hipoxia.

Disponer de un equipo Generador de Hipoxia en casa permite al montañero acortar periodos de aclimatación “in situ”, reduciendo problemáticas de logística, así como costo económico de la expedición, esta es una estrategia preparatoria que siguen con éxito muchos deportistas de altas montaña como Killian Jornet en su ascenso record al Everest (26h sin oxígeno).

 

El Entrenamiento en Altitud Simulada y la Salud

Las aplicaciones para la Salud de protocolos de hipoxia intermitente han sido muy estudiadas en la antigua URSS siendo estos los primeros en promover la “terapia hipóxica”  para el tratamiento de distintos tipos de afecciones.

La hipoxia es un factor de impacto inespecífico y causa una larga variedad de reacciones fisiológicas en varios niveles del cuerpo humano. El efecto terapéutico de la hipoxia intermitente (IHE) recae en la respuesta adaptativa a la aplicación repetida de corta duración de hipoxia moderada que es orientada a la mejora de la entrega y utilización del oxígeno. Estos mecanismos compensatorios de adaptación han sido científicamente probados para tratar efectivamente una variedad de condiciones patológicas donde la hipoxia y/o el estrés oxidativo juegan un rol importante.

Se han encontrado efectos positivos debido al tratamiento hipóxico en enfermedad coronaria y cardiaca, hipertensión, enfermedades pulmonares,  asma y bronquitis crónica, enfermedad  hepática y de páncreas, anemia y deficiencia de hierro, desordenes metabólicos (obesidad, diabetes tipo II).  Ayuda en la recuperación de lesiones de la espina dorsal e ictus y en la preparación a la cirugía.

También ha sido utilizada con éxito en el tratamiento de otras áreas de la medicina como en desordenes de la función neurológica y psicosomática, falta de energía y fatiga, ansiedad y depresión, enfermedad de Parkinson, Alzheimer y demencia vascular.

Existen diferentes tipos de Entrenamiento en Altitud Simulada, entre los que se encuentran: